miércoles, 21 de enero de 2009

Tratar de estar mejor



No se trata de querer llegar a vivir 100 años, ni tan siquiera alcanzar los 40. Pero algo nos ha dado a los mommios con el inicio del año nuevo. Pues es como que ahora queremos que si vamos a vivir 39 años, al menos vamos a vivirlos mejor.
Desde hace un tiempo notamos esa barriga de nudo, las tetas (sí, tetas masculinas) más caídas o el humillante aumento de tallas. Los comentarios de familiares referentes al aumento de peso cuando ven las fotos del paseo de fin de año y la necedad de la novia que lo quiere a uno gordo, pero sin que ruede.
Así que hemos decidido vivir mejor, cuidarnos un poquito. Nadie aquí le va a decir a esa chica que no llame más, ni vamos a fundar hogares donde no reine más que la seguridad. Mucho menos vamos a dejar de tomar y fumar. Pero si vamos a cuidar más nuestra salud, pues el mommio extreme requiere de una apta condición física.
Mando esta en el gimnasio, intentando relevantar los pectorales; Otto esta volviendo a comer fruta y a cocinar soya, sobretodo por su problema de falta de energía; Manuel esta con su convicción de respetar uno de los postulados más importantes de Eintein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo"; Hugo, bueno el mexicano es de esos que prefieren los ejercicios horizontales y se le dan; y yo, Johan, estoy en clases de natación, aunque no haga más que chapalear, y con el intento de alejarme de las gaseosas y tantísimas frituras.
Además, como esfuerzo colectivo, este domingo que pasó tuvimos la realización oficial de la primera sesión de Mommiocesto, en la cancha de odontodología de la Universidad de Costa Rica (alías patio trasero de Mommiolandia). Fue muy divertido y familiar, con un preludio de películas, la noche anterior, y desayuno mommio en la mañana. No fue como lo que llaman un derroche de cualidades deportivas, más bien lo contrario. Eramos cinco participando y decidimos jugar equipo fuera a los dos puntos, sí solo dos puntos por partida. Manuel lanzaba bolas de fuego como pases, que casi siempre terminaban al otro lado de la calle. Mando, que es el más alto, no ganó ni una bola por altura, más bien, no ganó ni una sola bola. Otto parecía un hampster de laboratorio corriendo para todo lado y brincando como si fuera eléctrico, y por eso se agotó rapidísimo, y Johan apenas y se movía del mismo punto sin energía para hacer más que colocarse las manos a la cintura. Los encuentros, a pesar de ser solo a dos puntos, se hacían muy largos y casi optamos por instalar reglas de medio punto por solo tocar el aro o un cuarto de punto si al menos se tenía la puntería para estrellar la pelota de baloncesto contra el marco. Casi patético, pero muy muy divertido. Se sudó algo, nos asoleamos y desempolvamos un poco las articulaciones.
Dicho esto, instamos a todo el mundo a comprometerse con el nuevo espíritu mommio de tratar de estar mejor. Pueden pedir más instrucciones en este blog. Recuerden, lo importante es cuidarse un poco para no tener nunca que llegar a puntos extremos como dejar el licor, el cigarro y las drogas, o sea la vida, y esperemos que nunca nos pasen que las musas pasen de tí y de mí. En si, se tratar de estar mejor.

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